martes, 28 de agosto de 2007

Lluvia infinita de sentimientos...


Había cumplido 2 años de edad, y cuenta mi madre que desde que supo, sembró amor en mi corazón. Iba a tener un hermanito, y comencé a amarlo desde antes de nacer, pasados unos pocos días después de cumplir mis tres años, sucedió...llegaste al mundo, naciste, sano y hermoso, un bebé de los más hermosos, una gran bendición.

Recuerdo que me sentía feliz e impaciente por conocerte, pero no sucedía, algo muy extraño pasaba, no venías a casa, tenías un problema con tus bronquios, tan pequeño. Pasaron los días y en mi pequeño entendimiento sólo pedía a Dios todos los días por mi hermanito, para que estuviera bien, que llegara pronto a casa y poder jugar con él. Te recuperaste, te conocí, estabas a mi lado, y para siempre...y comenzó nuestra historia...

Año a año, fuimos creciendo, conociéndonos, madurando en medio de risas, llantos, peleas, experiencias inolvidables, te amaba, eras mi mejor amigo y compañero de juegos. Botabas mis almohadas en la calle cuando íbamos de viaje, como buen niño tequioso que eras (y sigues siendo), sediento de experimentar, me pegabas para probar tu fuerza, siempre te perdoné...

De pronto, sin notarlo, entraste al colegio, te estabas convirtiendo en un muchacho, y con esto, igual, con ganas de experimentar, me hiciste a mi y a mucha gente que te quiere, pasar por los momentos más amargos de los tiempos, pero nunca te di la espalda, y como cuando naciste, le pedía a Dios por ti...y EL respondió e hizo la maravillosa obra!

Nunca he dejado de amarte, y siempre he estado a tu lado. Sin darme cuenta, tuviste tu primera novia, no había pasado el tiempo ante mis ojos, y eras mayor de edad, tuviste tu primer empleo, tu licencia de conducir, hasta tu propio auto, estabas creciendo más...Cometí mis errores, me perdonaste, nunca nos juzgamos, fuiste mi confidente para todos mis secretos, y siempre los guardaste de manera ermética en tu corazón.

Ahora me parece increíble, 20 años después de verte por primera vez, convertido en un hombre, a punto de ser padre de una hermosa niña, y aún eres mi mejor amigo, la persona en la que más confío, y la que me da la mayoría de veces los mejores consejos. Ambos sufrimos cuando nos hacen daño, nos alegramos cuando cosas buenas nos suceden y somos felices, lo damos y hacemos todo para protegernos del peligro, y no rompemos la promesa que nuestros padres nos hicieron hacer una vez...Pase lo que pase, venga lo que venga, sólo quedaremos tú y yo; porque somos una pareja perfecta, hecha para siempre.

No pediría por nada del mundo cambiarte, ni moldearte en algo que no eres, porque eres mi hermano, así te amo, y me siento sumamente orgullosa de ti y de ser tu hermana mayor, aunque la diferencia de edades no ha sido obstáculo para querernos y llevarnos tan bien, y quiero que sepas que eres lo mejor de mi!

Agradezco y alabo a Dios por ponernos juntos en la misma familia, y a nuestros padres por enseñarnos lo que sabemos y formarnos como somos...

A ti, Gordo...por ser tú, y hacerme reír aún cuando mi corazón ya no aguanta la tristeza o la soledad, por recordarme en todo momento que estás ahí, por amarme, enseñarme día a día, y por ser el motivo de todos mis pensamientos y mis lluvias de sentimientos, GRACIAS...TE AMO!

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